Morteros :mediante una carta abierta, docentes del CCR consideran insuficiente la propuesta salarial del Gobierno

18/08/2022 Actualidad

Este jueves las docentes del Nivel Primario del Colegio Cristo Rey convocaron a una conferencia luego de que se viralizara un video donde exponen la situación que se vive en el aula y la propuesta salarial que realizó el Gobierno.

“La iniciativa surge porque el Gobierno hace una propuesta salarial para esta segunda etapa del año y nos piden analizar la propuesta en todos los destalles”, indicó la docente Fernanda Savoré considerando que “vemos que es insuficiente y no nos sorprende porque nos pasó siempre”.
Ante esta situación las docentes buscaron una “forma de expresarnos” porque “ya no tenemos una forma de lucha porque es imposible realizar los paros”.
“Una de las docentes tuvo la idea de hacer una carta abierta para expresar todo lo que nos pasa y en asamblea armamos el escrito, lo convertimos en audio e hicimos un video”, expresó.
Las maestras reconocieron que “nuestra lucha es esta, que nos escuchen”.
La carta abierta se viralizó rápidamente y según relataron, recibieron el apoyo de “todas las docentes que se han sentido identificadas, de los medios y de los padres.
“Esta es una manera de decir lo que sentimos y pensarnos, buscando lograr la empatía frente a esta situación”, dijo la docente Sandra Cagliero haciendo hincapié en que “nuestro básico es de 23 mil pesos y sobre ese básico están todas las bonificaciones y los descuentos, queremos que la comunidad sepa eso, es nuestra manera de comunicar lo que sentimos”
Mas adelante recalcaron que “queremos comunicar que la propuesta que hizo el gobierno es insuficiente y que nuestra realidad es la que comunicamos en ese escrito”.
En cuanto a la propuesta del gobierno explicaron que “la provincia nos propone un aumento del 12 por ciento en julio pero sobre el sueldo de enero”.

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD Y AUTORIDADES Y SEGUIMOS SOÑANDO

… Y soñamos con cambiar el mundo con grandes ideales y toda la esperanza puesta en los niños.
Convencidas que con la palabra, el trabajo, la voluntad, el deseo de superación y todas las estrategias pedagógicas que teníamos a nuestro alcance, lo lograríamos.
Comenzamos nuestra tarea con la fuerza y el ímpetu de un guerrero, la firmeza y paciencia del sabio, la dulzura de una madre… Fuimos dejando huellas, con el tiempo descubrimos que muchos de nuestros pequeños alumnos, se convirtieron en hombres de bien, padres de familia, ingenieros, comerciantes, médicos, profesores, abogados, trabajadores responsables que habían aprendido oficios para ganarse el sustento y formar dignamente a las nuevas generaciones.
Mirando hacia atrás en el tiempo, pienso en tantos cuentos que leímos y dramatizamos en las aulas… pero que tal vez no se compara con los pocos que les leímos a nuestros propios hijos. ¡Cuántas horas seguidas conversando y transmitiendo saberes a nuestros estudiantes! ¿Cuántas compartidas con nuestros hijos? Posiblemente unas cuantas menos. No importa, el ejemplo de vocación y responsabilidad, ellos saben verlo y sienten orgullo de sus madres maestras. Porque viven a diario y acompañan la lucha para seguir transmitiendo valores que no se negocian, la creatividad de inventar ideas para llegar a fin de mes, para que, a pesar de tener los bolsillos flacos, presentarnos en la escuela, con la mejor sonrisa, radiantes, prolijamente vestidas y arregladas por que las esperan personitas llenas de ilusión. Si, personitas alegres, vivaces, inocentes o con el corazón roto por alguna situación familiar que no pueden afrontar, pues el mundo adulto está lleno de complicaciones, desencuentros, quejas, aflicciones, enfermedades físicas, del alma…. Y la escuela, para muchos, se convierte en un refugio.
Si supieran… que por dentro muchas estamos desalentadas…. Porque se hace pesada la carga…. Porque cada día agregan a nuestra tarea de educar, infinidad de trabajo extra que es simplemente para datos estadísticos, completamiento de planillas, planificaciones que según la moda, vamos modificando verbos, expresiones, que nada suman para el verdadero objetivo que nos planteamos en la vida cuando decidimos ser MAESTRAS.
No nos quejamos del trabajo, el que vive con un docente sabe que no hay horarios, no hay fines de semana o feriados que no estemos entre papeles, lapicera en mano o frente a la computadora. El que vive con un docente, sabe que cada placar, armario o cajoncito, tiene libros, revistas, archivos, cartulinas, pinturas, dibujos, mensajes, etc.
Si nos quejamos, por poner de nuestro bolsillo, gran parte de los materiales, las fotocopias de aquel niño que no puede pagarla, nuestro propio uniforme (en la mayoría de las empresas la ropa la entrega la patronal, en cada temporada) también pagamos el café, el azúcar y la yerba para tomar algo calentito, en un pequeño descanso de la jornada.
El gobierno siempre persigue a los empleadores que pagan en negro. ¿Saben de cuánto es nuestro sueldo básico en blanco, de un docente de grado? $23.107, 26; por lo tanto los demás porcentajes se obtienen a partir de ese monto.
El sueldo de bolsillo está siempre en el límite o por debajo de la línea de pobreza. Un docente que es sostén de hogar nunca podrá enviar a sus hijos a la universidad… ¡Qué paradoja!
Hay docentes que para ampliar sus ingresos tienen doble turno o trabajan en varios niveles, colegios, etc. y luego reciben descuentos a las ganancias… ¿¡GANANCIAS!?
Los últimos aumentos que propone el gobierno son porcentajes basados en el último sueldo del mes de enero de 2022.
El desgaste es muy grande, la desilusión, el desánimo… y cuando falta poco para que llegue la tan ansiada jubilación, en lugar de disfrutar, tenemos que pensar cómo vamos a sobrevivir, qué nuevo trabajo vamos a tener que conseguir porque nos han hecho un recorte de más del 30%.
Pero seguimos soñando con que algún día alguien valorará realmente nuestro trabajo y tendremos remuneraciones dignas.
Seguimos soñando porque cuando cada día un estudiante nos mira, nos abraza o busca consuelo, no miramos para otro lado, enfrentamos la realidad y generosamente servimos al prójimo.
Seguimos soñando, enseñando, aprendiendo, cantando, jugando, sonriendo con las manos llenas de tiza y la conciencia tranquila, sabiendo que al menos lo intentamos.

Docentes de Nivel Primario del Colegio Cristo Rey



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