El “profe” Facu: un ejemplo de superación personal
El morterense Facundo Milanesio tuvo un accidente el 3 de julio de 2021 que obligó a la amputación de sus piernas. Cambió su vida, pero este lunes su tenacidad y fortaleza lo llevaron a cumplir su objetivo, recibirse de profesor de educación física.
Superar los límites. Ejemplo de que la fuerza de voluntad lo puede todo. El morterense Facundo Milanesio (27) sufrió el 3 de julio de 2021 un accidente de tránsito de tal gravedad que le generó severas lesiones en sus piernas, las cuales debieron ser amputadas.
A partir de allí su vida cambió. Pero lejos de bajar los brazos, con el apoyo incondicional de su familia y amigos, siguió adelante con una mirada optimista. Se moviliza en sillas de rueda y hace pocos días recibió sus prótesis.
Estas dificultades solo significaron un retraso en sus objetivos porque este lunes logró recibirse de profesor de educación física, al defender su último trabajo final en la Universidad Fasta de San Francisco.
“Ahora sí soy preparador físico oficialmente, hace mucho que trabajo de esto pero hoy estoy en la ley”, dijo Facu apenas salió de la Universidad emocionado y con una alegría indescriptible que compartió con sus padres, familiares y amigos.
Dando muestras nuevamente de su tesón, Facu salió con el título y caminando, a pesar de que recién se está adaptando a las prótesis.
“Todavía ando en la silla de ruedas, todavía no puedo caminar bien, pero no me iba a dar el lujo, teniendo las piernas, de recibir el título de sentado. Me cuesta un montón estar parado, pero bueno… a mí me dijeron felicitaciones profe y de parado”, expresó Facundo tras recibir la gran noticia.
Cuando el flamante profe llegó a Morteros, sus amigos lo recibieron en la plaza céntrica con el tradicional rito de ensuciarlo para marcar el buen augurio.
También en el club 9 de Julio, donde se desempeña, sus alumnos le dieron la bienvenida con carteles y abrazos interminables porque su ejemplo es un motor, un orgullo que contagia.
“En un momento pensé que jamás iba a llegar, si bien estaba encaminado, vino el accidente y fue un baldazo de agua fría, pero me dieron las posibilidades, me ayudaron y lo pude volver a intentar”, marcó Facu que no para de sonreír porque “se siente increíble”.
Como no se cansa de repetir, su familia y los amigos son su gran sostén, su impulso para seguir cumpliendo cada día sus objetivos sin bajar los brazos.
“No puedo bajar los brazos cuando ellos son los que me apuntalan todos los días”, sostuvo Milanesio pidiendo a quienes atraviesan situaciones similares “no bajar los brazos porque la vida es hermosa”.