Pablo Giesenow en Suardi: “Muchas veces nos ponemos límites nosotros solos”

14/11/2018 Actualidad

El lunes visitó la ciudad de Suardi Pablo Giesenow, el doble amputado cordobés, para contar su historia de vida.

Ofreció dos charlas para niños y adolescentes en la Sala Estrada y el Club de los Abuelos; y por la noche participó de una nueva edición del “Desafío Solidario”, a beneficio de la Casita del Niño Creciendo y del Taller Terapéutico y de Producción Manto Blanco, que se llevó adelante en el Polideportivo de Club Sportivo Suardi, con la participación de las escuelitas de fútbol de Juniors y Sportivo, las niñas de la escuelita de voley y el basquet femenino y masculino de la institución "rojiblanca.

Pablo Giesenow tiene 40 años, nació en Viamonte (sur de Córdoba), es abogado y trabaja en el Tribunal de Cuentas de Córdoba.

Su vida cambió en el 2015, cuando sufrió un accidente con su auto en el que perdió sus dos piernas, pero en lugar de sucumbir a la adversidad, la transformó en energía avasallante que le permite llevar una vida normal, intensa y con grandes desafíos.

“Estoy muy agradecido por la invitación. Me voy super reconfortado de compartir con los chicos y adolescentes y contarles la historia de mi vida, no solo de niño sino lo más reciente, lo que me sucedió después del accidente que me dejó sin las dos piernas”, expresó Pablo sobre lo vivido el lunes en Suardi.

Para Pablo, estas charlas, estas jornadas, es “el combustible que me da fuerza para seguir por este camino”.

“El objetivo que me planteo es contar mi experiencia de vida, lo que me pasó, lo que viví, lo que sentí en la piel, en el cerebro y en el corazón, y básicamente transmitir valores aprendido a lo largo de toda la vida, no solo después del accidente, que hoy me sirven para superarme día a día”, sostuvo.

Giesenow se refirió a aquel accidente del 22 de enero de 2015 y dijo que lejos de deprimirse y bajonearse “me potenció en las ganas de demostrar que el discapacitado no es una víctima de la sociedad”.

“Nunca vi dos opciones, la opción de estar deprimido, de estar triste o de quedarme sino siempre tuvo al frente mio un solo camino que era volver rápido a trabajar, hacer deporte, jugar con mis hijos”, sostuvo y agregó: “Muchas veces nos ponemos límites nosotros solos”.

Por último, a modo de mensaje, pidió “aprender a dimensionar los problemas reales y poder diferenciarlos de las dificultades cotidianas que podemos tener cada dia, eso nos va a ayudar a enfrentar la vida con alegría. Son pocas las cosas que son irreversibles”.

 




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