En el Día del Médico, el Municipio rindió un emotivo homenaje póstumo a los médicos Juan Bautista Acevedo y José Fortunato Schedan, quienes durante muchos años brindaron su atención profesional en la localidad

El acto se realizó el sábado por la mañana frente al Centro de Salud Municipal y fue presidido por el intendente municipal Carlos Baigorria, acompañado por integrantes del equipo de Gobierno, miembros del Concejo Deliberante y Tribunal de Cuentas, personal y profesionales de la salud, autoridades institucionales, vecinos y público en general.

En la oportunidad, se impuso el nombre de Juan Bautista Acevedo al Dispensario Municipal, mientras que la sala de internación se la bautizó con el nombre de José Fortunato Schedan

El intendente Carlos Baigorria expresó en primer lugar su cálido saludo a todos los médicos de la provincia, el país y especialmente de Porteña. “Por esa vocación, por ese servicio y dedicación, por la entrega y el amor que le imprimen a tan imprescindible trabajo, el equipo de gobierno que encabezo le dice muchas gracias”, expresó.

“Gracias por contribuir al sostenimiento de este moderno centro de salud en que lo hemos convertido como un gran polo sanitario con notables medios de diagnóstico, tecnología y sobre todo de eficientes recursos humanos que batallan en el día a día para atender al grueso de la población que hoy acude al reconocido profesionalismo y a la generosidad en la atención dispensada por médicos y personal de salud”, destacó Baigorria reconociendo a las 45 personas que hoy trabajan en el centro de salud.

También informó que en promedio se atienden entre 1250 y 1500 personas mensualmente. “Esta cifra habla de la importancia que tiene este efector público y la prioridad que nuestro gobierno le otorga a la salud local”, dijo el mandatario.

Sobre los homenajes, consideró que “son dos profesionales que hicieron historia y dejaron huellas en la comunidad”. “Hoy le ponemos el nombre a este cuasi nosocomio Dr. Juan Bautista Acevedo y a la sala de atención en urgencias el de José Fortunato Schedan, en una mirada basada en las actitudes y también en las aptitudes de buen médico como ejemplo a seguir, de aquel que imprime respeto, de su espíritu humanista, de servir a todos, el de ayudar sin dar vista a ningún interés, atendiendo desde la solidaridad, desde el compromiso social, siendo amigos de todos y dejándonos siempre aquel trato amable, el de la humildad, el del cariño fraterno”, manifestó.

Finalmente Baigorria sostuvo que “es el reconocimiento de todo un pueblo” y cerró: “Que nunca decaiga el ánimo y las ganas de progresar y que la justicia social y la atención igualitaria de nuestros pacientes sea la bandera más sagrada”.

Juan Bautista Acevedo

El Dr. Juan Bautista Acevedo llegó a Porteña en el año 1963, tras adquirir un sanatorio en la localidad. El edificio no contaba con la posibilidad de ser ampliado, es por ello que después de 8 años de ejercer la medicina en el mismo, durante el año 1971 compran un lote donde construye el nuevo edificio que conservó el nombre de Sanatorio Córdoba.

El Dr. Acevedo convirtió a la cirugía en su gran pasión profesional y se destacó como un excelente cirujano durante toda su trayectoria como médico en la localidad.

Trabajó intensamente y sin descanso, atendió a una gran parte de la población y nunca dejó de dedicar su tiempo y conocimientos a quienes le retribuían su atención pero sobre todo se debe destacar su lado altruista donde generosamente atendía a los más necesitados sin esperar ninguna retribución a cambio.

José Fortunato Schedan

Nació en la provincia de Tucumán en 1927. Se recibió de médico cirujano en la Universidad Nacional de Córdoba en 1952.

En enero de 1953 llega a Porteña al comprarle la parte del Sanatorio Porteña al Dr. Ferrero.

En el año 1955 Schedan es designado como director del Dispensario Médico local.

Entre los años 1960 y 1962 ejerció el cargo de comisionado municipal. En el Dispensario lo sucede como director el Dr. Egidio Guglielmone, quien renuncia en el año 1968 y es nombrado nuevamente José Fortunado Schedan.

También ejerció como profesor en el Instituto Bernardino Rivadavia.