Con una excelente participación se realizó el sábado en el Jardín Zulema Lakovic de Morteros, un taller para tratar la problemática del acoso callejero y en boliches. Fue organizado por el Grupo Movimiento de Igualdad Morteros.

El sábado por la tarde el Movimiento de Igualdad Morteros (MIM) desarrolló una serie de talleres de sensibilización sobre el acoso callejero y en boliches, en el Jardín Zulema Lakovic. El MIM promueve un mundo “más libre, más justo y menos violento”

Melani Niemec Zarzur, integrante del grupo Acción Respeto de la ciudad de Córdoba que coordinó el taller, explicó que “surgió de unas encuestas que realizamos hace un par de semanas por wasap o por papel a las mujeres de la ciudad”.

La encuesta proponía varias temáticas para ver cuáles eran las preocupaciones de las mujeres en torno a ciertos temas de género. “Analizando las encuestas nos sorprendió la respuesta a la primera pregunta que sobre si recibiste alguna vez acoso callejero, y el 80 por ciento respondió que sí “, dijo Niemec indicando que luego se pedía marcar cuales eran las situaciones de acoso que habían sufrido en la calle. “Las mujeres marcaban casi todas, “piropos”- entre comillas-, silbidos, persecuciones, hostigamientos, gritos relacionados al tema sexual o que te toquen en los boliches”, manifestó.

“A partir de esto nos dimos cuenta de que recibíamos acoso en un montón de lados y no había un reconocimiento del acoso como tal, hay una naturalización del acoso”, sostuvo la joven

El taller del sábado promovía por tanto “desnaturalizar el acoso, identificarlo como tal y que no sea algo cotidiano”, y la respuesta fue realmente importante por la cantidad de público que dijo presente, especialmente chicas jóvenes y adolescentes.

“Es muy bueno que chicas de 13 años se den cuenta que pueden decir que no, que nadie tiene derecho sobre sus cuerpos, que sus cuerpos son suyos, que tienen derecho al espacio público, porque no nos pueden vetar el espacio público”, insistió.

Para Niemec es necesario “hablar sobre esto que nos pasa para poder cambiarlo, porque la ciudad se está convirtiendo en un derecho que nos es negado”

“Hay muchas adolescentes que ya no naturalizan que las toquen en los boliches sin tu consentimiento, que les griten en la calle”, señaló.

En este sentido remarcó que “el acoso callejero es un micro machismo que está abajo del  iceberg de lo que es la violencia de género”. “Es un tipo de violencia de género y si nos seguimos callando eso se convierte en aguantar más violencia, y termina en golpes, en femicidios y es una escalera, porque nos vamos acostumbrando a que nos violenten y nos vamos quedando callados”.

Desde el MIM se mostraron muy conformes con la participación de la comunidad y aseguraron que “logramos tejer una red indestructible porque ahora sabemos que no estamos solas, que no nos callarán más, que juntas podemos”