Morteros: una mujer fue golpeada salvajemente por su pareja

15/03/2021 Policiales

La joven mujer recibió varios golpes de puño en su rostro. “Hoy soy otra víctima más, ya radiqué la denuncia”, expresó Celia Castro en las redes mostrando su cara desfigurada

Celia Castro utilizó las redes sociales para hacer pública su denuncia contra su pareja, que en la madrugada del domingo la golpeó salvajemente en el marco de una relación atravesada por la violencia.

“Tengo una mezcla de sentimientos, porque las víctimas nos sentimos culpables”, lamentó Celia Castro que admite además sentir un gran enojo por “no poder volver a mi casa para preservar a mis hijas”

Celia eligió salir del anonimato y contar su padecimiento quizás porque cada vez que una historia de violencia sale a la luz, para la victima ya es demasiado tarde.

“Quise hacerlo público porque siento que de esta forma la justicia actuará más rápido”, consideró la mujer que a lo largo de la relación sufrió múltiples violencias -verbal, psicológica, económica, hasta llegar a la física-.

“Con Juan Galván tengo una relación de cuatro años, con una convivencia de un año, pero actualmente cada uno vivía en su domicilio”, contó Castro reconociendo que “había cosas que no me cerraban especialmente la violencia psicológica que vivía”

 

Los hechos

Haciendo referencia a la madrugada en que sufrió la feroz golpiza, la víctima contó que a la mañana lo había echado de su casa y no supo de él en todo el sábado.

“A la noche vino a mi casa y me pidió hablar pero como estaban mis hijas que son menores y no quería exponerlas, nos fuimos en la moto a su casa”, explicó Castro todavía conmovida por lo vivido.

“Llegamos a su casa y él no me hablaba, y como él tiene dos hijos a cargo que estaban en la casa, me fui con ellos que estaban jugando con los celulares en la pieza, y me acuesto en otra cama. Él -por Galván- estaba afuera pero luego entró, y me empezó a putear, y es ahí cuando me pega un puño en la cara”, relató la mujer que hoy está al resguardo de su familia por temor a que el agresor intente acercarse a ella a pesar de la perimetral.

“Fue terrible se paró arriba de la cama con las piernas abiertas sobre mí y me pegaba en la cara y en la cabeza, tres golpes seguidos sufrí en un ojo y yo solo trataba de taparme la cara con las manos porque estaba inmovilizada”, describió entre sollozos

Celia que apenas puede hablar como consecuencia de los golpes, recuerda que tenía un rodete con una hebilla grande que tenía un pico como de loro, y fue esa hebilla la que le permitió rayarlo en los brazos, lastimarlo para lograr que salga de arriba de ella.

“Me quise levantar pero caí de rodillas por los golpes, estaba mareada y devolvía sangre. Le empecé a pedir por favor que me lleve al Hospital porque no estaba bien, sentía que tenía el ojo hacia afuera”, contó.

Fueron momentos de terror, de mucho miedo en los que Celia pedía ayuda mientras el agresor mandaba a sus hijos a levantar el volumen del televisor. “Él me había quitado el celular y no tenía como pedir ayuda, también él le pedía a los niños que suban el volumen del televisor y él se golpeaba contra la pared, mientras me pedía perdón”.

Mientras todo esto sucedía Galván pergeñó una historia, se golpeó las piernas y se lastimó los brazos, estos serían los elementos que usaría para hacer real su mentira; que ambos se habían caído de la moto y Celia había sufrido la peor parte.

“Él se golpeaba a propósito para simular la caída y quería romper los plásticos de la moto, yo le repetía que no lo iba a denunciar para que me lleve al Hospital”, reconoció la victima

“Me llevó en la moto y me decía vamos a decir que nos caímos de la moto, y yo le decía que si porque era la única manera de que me salvara”, dijo.

En el Hospital Celia intentó pedir a los guardias que no lo dejen entrar, pero èl la seguía amenazante, desesperado, insistiendo en su argumento del golpe por la caída de la moto.

“Cuando estuvimos adentro del Hospital a mí me lleva una doctora a un sector y el quedó en otro siendo atendido. Escuchaba como él contaba que se nos había cruzado un perro y nos habíamos caído”.

Celia aprovechó la soledad con la doctora y relató su calvario e inmediatamente se dio intervención a la justicia.

Luego de ser atendida, en un trámite que demandó varias horas, Celia quiso hacer público su padecimiento porque “quiero que la Justicia actúe, lo detenga. Cuando estos hechos llegan a la sociedad y se hace público, es más fácil”

“Él estuvo tres meses preso en Santa Fe por un hecho de violencia contra la madre de sus hijos, a la que le quebró tibia y peroné. Por eso tengo miedo que quede impune”, manifestó.

Castro a pesar de su situación de vulnerabilidad se siente contenida por su familia con quien está en este momento junto a sus hijas.

Embargada por el dolor y el miedo Celia también se encuentra preocupada porque no tendrá ingresos. “No sé cómo voy a seguir, lo único que espero es no perder mi ojo, pero me arrastró con todo porque yo vivo el día a día y estos días no voy a poder trabajar y no voy a tener ingresos”, dijo finalmente.

 

La investigación  

La denuncia está a cargo de la fiscal subrogante de San Francisco Silvana Quaglia, quien informó a EL TIEMPO que por el momento se encuentran en la etapa investigativa de la denuncia, repasando los informes médicos y recabando testimonios.

No precisó que imputación pesa sobre Gálvez y aclaró que “se busca preservar y cuidar a la víctima”.

No obstante para este medio es muy engorroso lograr la información a través de la justicia, en Morteros debemos solicitarlo a la unidad judicial, luego a la secretaria de fiscalía y finalmente a la fiscal subrogante quien para no entorpecer la investigación no confirmó si Galván es prófugo o no de la justicia. Tampoco han llegado los antecedentes penales del denunciado por lo tanto no es posible confirmar ni desmentir que haya tenido una condena por violencia hacia la madre de sus hijos



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