Flor Bonsegundo y Joselito Bramardo, una historia llena de emoción y recuerdos
Flor hoy está en el Valencia de España y por todo lo que logró es una referente del Fútbol Femenino en nuestro país, pero para llegar tuvo que pasar por muchas cosas
Arrancó a los cinco años en Roberto Colombo F.C y José Bramardo fue el que siempre la acompañó. Una linda historia llena de emoción y recuerdos.
Transcurría el año 1998. José como una de las tantas tardes, estaba en su querido Colombo. Y llegó una niña, flaquita, con trenzas, acompañada por su hermano y con muchas ganas de jugar al fútbol. Ahí arrancó todo. En su debut hizo dos goles en un amistoso con Gorchs de Porteña. Y más allá de que varias veces fue rechazada en torneos, el acompañamiento de Joselito y sus compañeros fueron claves para que ella no baje los brazos.
-¿Cómo y cuando llegó Flor a Colombo?
“Su hermano la trajo con cinco años, tenía trencitas y era muy flaquita, ese día debutó en un amistoso con Gorch de Porteña e hizo dos goles, el 1 de noviembre de 1998. Fue ella la que nos enseñó, nosotros sólo la cuidamos y la respetamos”, dijo Joselito que agregó: “Cuando íbamos a los torneos nos decían hay una nena no pueden jugar y nosotros para defenderla le decíamos si ella no juega nosotros nos vamos y eso fue agigantando su personalidad y luchó mucho para llegar donde llegó”.
“Condiciones las tenía a todas, lo que a ella la asustaba es donde iba a jugar después de nuestro club porque no podía jugar en la Liga Regional, sólo relámpagos pero siguió trabajando y para perseguir su sueño que era jugar al fútbol”, recordó Bramardo.
Y obviamente que Flor también se acuerda de todo eso y todo lo que tuvo que pasar. “El peor momento fue cuando me dijeron que no podía jugar porque la Liga Regional no lo permitía, dejé un par de años hasta que me vinieron a buscar para jugar un torneo en San Jorge de Morteros y pasar por San Jorge de Brinkmann fue clave porque participamos de un torneo en Colonia Caroya y ahí me vio la Selección, acá no podía jugar y con 17 años irme a Bs. As. sola, parar en casa ajena, irme a entrenar sola fue duro, tuve que trabajar de muchas cosas y eso me hace valorar lo que tengo, hoy puedo vivir del fútbol y hago lo que me gusta”.
El Mundial del año pasado fue la cúspide, para ella y para todos los que creyeron en ella. “El sueño era ver a un futbolista que haya pasado por Colombo jugar un Mundial y Flor me lo cumplió”, dijo entre lágrimas Joselito y agregó un momento emocionante. “Me pasó algo loco, dejamos de trabajar con mi hijo para ver el partido y justo lo llaman que habían llegado materiales y él se fue y yo quedé solo, cuando Flor hizo los dos goles, lloré como un loco y me emocioné muchísimo, muy feliz de todo lo que le pasa. Antes de ir al Mundial estuvimos cenando y la felicité por todo lo que consiguió y ella me dijo, no esto recién comienza viejo, y tenía razón porque después se fue a jugar a España, esa es su personalidad, nunca se conforma y siempre quiere más”.
Flor también recordó ese momento que marcó un antes y un después en la historia del fútbol femenino en nuestro país. “El primer penal lo pateé horrible…me quería morir y dije hasta acá llegué pero nunca dudé en volver a patearlo y ese grito fue decir miren acá estamos, estas somos. El recibimiento en Morteros fue increíble, recordarlo se me pone la piel de gallina, esa noche fue una de las mejores de mi vida” y agregó: “nosotras marcamos un antes y un después en el fútbol femenino”.
Bonsegundo hace más de un año que no viene a Morteros, pero cada vez que viene pasa por Colombo a saludar a Joselito. “Toda mi familia está contenta cuando ella nos viene a visitar, cuando viene a Morteros viene siempre al club y después del Mundial y antes de irse a España vino y había un montón de chicas sacándose fotos”, destacó José.
Hoy Flor está jugando en el Valencia de España y se tomó un impasse en la Selección, ya logró un montón de cosas pero manifestó “me quedan muchas cosas por cumplir, pero jugar un JJ.OO y vivir del fútbol en la Argentina son mis sueños”.
"Nunca renunciamos a la selección, sino que queremos un cambio profundo"
Florencia Bonsegundo volvió a hacer referencia a su ausencia en la selección argentina, tras los problemas desatados una vez finalizada la Copa del Mundo de Francia. Allí la cordobesa fue clave en la actuación histórica del equipo en su tercera participación mundialista.
Bonsegundo, junto a Estefanía Banini, Belén Potassa y Ruth Bravo quedaron en el ojo de la tormenta, luego de hacer públicos sus reclamos sobre un cambio que consideraban necesario en la selección. Más específicamente, la llegada de un nuevo cuerpo técnico.
“Después del Mundial queríamos un cambio, pasaron cosas que sólo sabíamos las que estábamos adentro. Todas estábamos de acuerdo y las referentes quedamos apartadas”, manifestó.
“Nosotras decimos que nunca renunciamos a la selección, sino que queremos un cambio profundo en el fútbol femenino en Argentina. Esperemos que sea pronto. Lo que hicimos nosotras va a servir para las que vienen, en eso estamos tranquilas", agregó.
Igualmente, no se ve afuera del equipo y sueña con volver. “Si me llaman mañana para jugar en la selección voy a estar siempre predispuesta. Obviamente hay cosas que tienen que cambiar y hasta que no se dé el cambio no creo que vaya a ser parte”, aseguró la delantera.