Se fue a los 14 de años de su Porteña natal. Con una mano atrás y otra adelante. Con un bolso vacío que a lo largo de los años fue llenando de títulos, goles y ovaciones

Hoy tiene ¡40 años! Fue papá hace poco por tercera vez y además su hija más grande lo hizo abuelo.

Pero ni la edad ni la Pandemia va a impedir que pueda retirarse dentro de la cancha con su querido Deportivo Morón. Hablar de Morón es hablar de Damián Akerman.

Damián es el jugador que más veces vistió la camiseta del "Gallito" (399 partidos) y el que más goles convirtió con la misma (159).

Además, está bien claro, es el máximo ídolo en la historia del club donde en el 2017 logró el ansiado ascenso a la B Nacional.

Pasó por Argentino de Rosario, Deportes La Serena de Chile, Gimnasia de La Plata, Ferro, Gimnasia de Mendoza, Tristán Suárez y Blooming de Bolivia.

Pero su gran amor fue y es Morón, en el que completará cinco ciclos (2003-04, 2005-06, 2007-09, 2011-2014 y 2016 hasta hoy).

Es un referente en Morón muy querido por todos. Damián es uno de los futbolistas más longevos del fútbol argentino y en julio renovó contrato con Morón, en principio, hasta diciembre.

Además de jugar al fútbol ya está pensando que va a hacer después. Vive en la zona de Morón Sur, donde posee un complejo de canchas de fútbol.

“Morón es mi casa, es mi lugar en el mundo. La gente me quiere mucho, son fanáticos. Hay murales y hasta se han tatuado mi foto. A mi edad, me sigo poniendo desafíos y nadie me regala nada. Entreno como uno más. Siento que todavía puedo darle mucho al club. El balance de mi carrera es positivo. Recuerdo al chico que se fue con 14 años de Porteña detrás de un sueño y lo consiguió. Si bien no jugué en grandes ligas, estoy orgulloso por lo que hice en todo este tiempo”, dice el "9" que es marca registrada del ascenso.                        

Akerman es muy querido en Porteña, tiene a su familia, a sus seres queridos. Y ya pasó en un par de oportunidades que hinchas de Morón viajaron desde Buenos Aires para conocer dónde arrancó su historia. Sí, una locura. "Es tremendo lo que genera el fútbol, hay hinchas que se tatuaron mi cara, mi firma y hasta un hincha viajó a Porteña a conocer mi pueblo. Yo también viajé para recibirlo y nos emocionamos. Después lo llevé adonde yo me crie y encontramos la casa derrumbada y llena de escombros y se llevó un ladrillo de la casa donde yo viví", contó.

Se emociona al hablar de sus padres y más allá de que viene seguido a su pueblo natal su idea es seguir en Bs. As. “Soy un agradecido por haber nacido en un lugar como Porteña, tan sano, con tanta naturaleza. Se extraña todo el tiempo, más aún en estos momentos. Es el lugar al que quiero ir siempre, porque están todos mis afectos. Es el lugar que más me tira. Con el sólo hecho de entrar al pueblo, ya se me dibuja una sonrisa. Uno fue afortunado de haber tenido esa infancia… Y es increíble que hoy en día haya hinchas de Morón que viajan a conocer Porteña. Están muy locos”, se ríe Damián, quien fue parte del ascenso que llevó a Morón a la segunda categoría del fútbol nacional tras 27 años.

 

Sus inicios en Porteña y su presente en Morón

“Yo jugué en el Porteña Asociación hasta los 10 años y después también estuve en Gorch. Recuerdo con cariño a José Páez y “Carpincho”, los entrenadores. Más allá de que voy seguido hoy mi vida está en Bs. As. Y más si en un futuro quiero ser DT, voy a tener más posibilidades”, destacó.

“En el fútbol he cosechado muchísimos amigos. He pasado momentos muy lindos. Es un privilegio seguir siendo futbolista profesional a esta altura, por más que ya sea abuelo. Y mientras las piernas me den, voy a seguir… Llegar a jugar a esta edad es por identificación que tengo con Morón. En ningún club me sentí como en este… y la gente me quiere. Me gustaría jugar al fútbol toda la vida, pero no se puede”, completa.

“¿Qué le diría a ese chico que se fue a los 14 años? Que estoy orgulloso y que además de todo lo que consiguió en el fútbol lo importante es cómo me he manejado en la vida, con los valores que me enseñaron mis padres”.