El trágico accidente se produjo en el intersección de Bv. 25 de Mayo y calle Soler en las primeas horas del domingo. La conductora del automóvil se presentó horas después en la sede policial

Pasada la una de la mañana del domingo se produjo un accidente de tránsito protagonizado por una motocicleta marca Yamaha, modelo T110, color negro y blanco, sin dominio visible, conducida por Juan Diego Perlo de 17 años, domiciliado en Morteros, quien circulaba por Bv. 25 de Mayo en sentido oeste - este, y al llegar a la intersección con Soler, por causas que se tratan de establecer colisionó con un automóvil que circulaba por calle Soler con sentido sur – norte, el cual se dio a la fuga y tras averiguaciones realizadas se pudo establecer se trataría de un automóvil marca Ford.

Se hizo presente el servicio de emergencias que trasladó al joven al Hospital Dr. José Sauret, y a posterior a una Clínica Privada de este medio donde los facultativos le diagnosticaron lesiones de carácter reservadas.

Lamentablemente el joven falleció horas después mientras era traslado hacia el Hospital J. B. Iturraspe de la ciudad de San Francisco.

Simultáneamente se presentó en la sede policial de forma voluntaria una mujer de 21 años de edad, con domicilio en Morteros que manifestó ser una de las partes involucradas en el accidente de tránsito, poniéndose a disposición de la Fiscalía, entregando el vehículo siniestrado.

El joven Juan Diego Perlo era estudiante de quinto año del Instituto Cristo Rey por lo que el lunes no se dictaron clases por duelo y se convocó a todos los alumnos a participar de una misa en la Iglesia San Bartolomé

 

Las motos asociadas a las tragedias viales con menores

La muerte del menor enluta a toda la comunidad de Morteros y pone nuevamente en agenda la realidad del tránsito en la ciudad y las actitudes de los jóvenes que muchas veces se oponen a los mandamientos de la seguridad vial.

Ni los menores ni los adultos parecemos escarmentar porque se conducen a alta velocidad, se cometen errores, se colocan en situaciones límite, muchas veces conducen sin el casco protector, alcoholizados, un combo extremadamente peligroso.

La pregunta es hasta cuándo vamos a ser meros espectadores de esta situación, los fines de semana los bulevares se transforman en pistas de carreras, los cascos se dejan de usar y el cuerpo de nuestros hijos se convierte en el único amortiguador de choques.

Es hora de cambiar entre todos, de poner énfasis en lo importante, cuidemos la vida de los nuestros, de los que amamos.

Las estadísticas oficiales marcan a los accidentes de moto como la principal causa de muerte en jóvenes, tomemos cartas en el asunto, no miremos para otro lado